...aprender a navegar en un océano de
incertidumbres
a través de archipiélagos de certeza.
Edgar
Morin
citado
por García Matilla
El futuro es comunicativamente digital, la cultura social abierta a nuevos
paradigmas y las redes sociales posibilitan una enseñanza y un aprendizaje que
redimensiona el hecho educomunicativo, lo saca fuera de las aulas e impulsa nuevos procesos formativos y educativos que requieren
- saber acceder a la información,
- saber buscarla,
- saber transformarla en conocimiento,
- ser capaces de difundirla,
Competencias mediáticas. Saber y medios. |
García Matilla afirma
que la educomunicación “aspira a dotar a toda persona de las competencias
expresivas imprescindibles para su normal desenvolvimiento comunicativo y para
el desarrollo de su creatividad. Asimismo, ofrece los instrumentos para:
comprender la producción social de comunicación, saber valorar cómo funcionan
las estructuras de poder, cuáles son las técnicas y los elementos expresivos
que los medios manejan y poder apreciar los mensajes con suficiente
distanciamiento crítico, minimizando los riesgos de manipulación”. Por ello
aunar conceptos comunicativos y educativos es de vital importancia en este
siglo para “aprender a navegar en un océano de incertidumbres a través de
archipiélagos de certeza” (Edgar Morin citado por García Matilla)
La
UNESCO determina la necesidad
de “empoderar a las personas en todos los ámbitos de la vida para buscar,
evaluar, utilizar y crear la información de una forma eficaz para alcanzar sus
metas personales, sociales, ocupacionales y educativas. Este es un derecho
básico en un mundo digital y promueve la inclusión social de todas las
naciones”. Para alcanzar tal empoderamiento debemos replantearnos nuestra
posición como docentes y discentes enfocando nuestro quehacer a las
competencias personales que ahora necesitamos y que nos permitirán interactuar
con nuestro entorno y seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida:
- el saber, que abarca el conocimiento cognitivo
- el saber hacer o las habilidades para activar los conocimientos
- el saber ser que nos ayuda a valorar nuestras habilidades sociales, valores y actitudes.
No parece posible que el paradigma educativo tradicional basado en estrategias de memorización, en transferencia vertical del conocimiento, en un saber enciclopédico y sistemático en el que el docente es el emisor y transmisor del saber que promueve que todos deban aprender de la misma manera sea capaz de ofrecer una enseñanza y aprendizaje acorde a los nuevos modelos comunicativos, sociales y tecnológicos y que nos ayude a superar el modelo educativo bancario basado en la cultura de la transmisión.
Tampoco parece posible limitarnos al reduccionismo tecnológico del concepto TIC para promover una horizontalidad de la comunicación en entornos virtuales que nos permita construir modelos educomunicativos basados en la construcción colaborativa y la inteligecia colectiva sin acercarnos al fenómeno de la comunicación, y por lo tanto de la educación, desde la nueva perspectiva de las TRIC (tecnologías + relación + información + comunicación) que revisan, superan y desmitifican la acción educadora de la tecnología. No podemos obviar la importancia de las relaciones, del Factor Relacional como revisión del discurso TIC y como vertebrador de la multialfabetización mediática no solo basada en competencias tecnológicas, sino en diferentes dimensiones competenciales para “contribuir a desarrollar la autonomía personal de los ciudadanos y ciudadanas, así como su compromiso social y cultural”.
Tampoco parece posible limitarnos al reduccionismo tecnológico del concepto TIC para promover una horizontalidad de la comunicación en entornos virtuales que nos permita construir modelos educomunicativos basados en la construcción colaborativa y la inteligecia colectiva sin acercarnos al fenómeno de la comunicación, y por lo tanto de la educación, desde la nueva perspectiva de las TRIC (tecnologías + relación + información + comunicación) que revisan, superan y desmitifican la acción educadora de la tecnología. No podemos obviar la importancia de las relaciones, del Factor Relacional como revisión del discurso TIC y como vertebrador de la multialfabetización mediática no solo basada en competencias tecnológicas, sino en diferentes dimensiones competenciales para “contribuir a desarrollar la autonomía personal de los ciudadanos y ciudadanas, así como su compromiso social y cultural”.
De modo que nosotros nos planteamos:
¿Cómo contribuye el Factor Relacional a ese
desarrollo?
Hablamos de una multicompetencia en medios sumativa que ayuda al individuo a interconectar con su entorno más inmediato y también con el más lejano, con la sociedad y con los medios en una comunicación que lo engloba holísticamente. Una multicomentencia que promueve la relación de diferentes ecosistemas. Ferrés y Piscitelli estructuran
las dimensiones de la competencia mediática (lenguaje, tecnología, procesos de
interacción, procesos de producción y difusión, ideología y valores y estética)
en torno a dos ámbitos de trabajo, producción de mensajes propios (ámbito de la
expresión) y recepción e interacción con mensajes ajenos (ámbito del análisis),
lo que implica centrarnos en modelos educomunicativos basados en la cultura de la
participación activa que describe Jenkins y en la colaboración creativa y
la interacción en entornos virtuales.
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